Este barrio se caracteriza por su variedad de restaurantes, comercios, y el paseo de la Castellana. Se encuentra limitado por la calle María de Molina por el norte, Príncipe de Vergara por el este, Paseo de la Castellana por el oeste y la calle Don Ramón de la Cruz por el sur. Es una zona con carreteras y calles amplias, cafeterías y rotondas.